lunes, 17 de enero de 2011

Abro mi puerta, respiro y cuento.

La decisión y ejecución de una idea no es sencillo, y si ésta se ramifica en otras ideas la problemática se vuelve mas intensa. Llegar a un estado de plena conciencia con un proyecto como el que aquí verán no fue nada fácil para mí, no solo por la complejidad que representa crear un juego sino por saber que es posible realizarlo, fundamentarlo y que funcione en su objetivo primordial:la acción lúdica. Existen muchos aspectos que se encuentran escondidos detrás de la realización y la estrategia (según Adolfo Gollob-Docente de Escultura) para realizar una obra de gran tamaño y con algunas zonas difíciles en su realización y concepción desde lo conceptual. En el camino de la diagramación me propuse una serie de ideas que tienen que ver con la participación de personas de mi entorno, en los cuales confié la realización de algunas partes del Kò .Por partes intentaré realizar un gran rompecabezas para aquellos que deseen compartir éste proyecto y toda la riqueza que para mi represento poder concretarlo.

"Agradezco a mi maestro Domingo Florio que me impulso en una senda laboriosa de éxitos y placeres personales; a la profesora Maria Rosa Figari y Laura Sacchetti por sus aportes; a mi maestra de danza Isa Soares por transmitir y enseñarme a educar el cuerpo y enriquecer el alma; a mis compañeras de danza por acompañarme en el transito de “La cabeza a la cola; Alejandra y a Bruno por la confianza y por abrirme las puertas del Instituto Ile Ase Osum Doyo; al Babalorixa Pedro Mallorca por recibirme y compartir toda su sabiduría desde lo humano y religioso sin mezquindad ni artilugios; a la comunidad del Instituto Ile Ase Osum Doyo; a Gabriel Goudart por ser quien es y compartir parte de mi carrera con su propia sensibilidad; a mi colegas Mariano Antonelli y Silvana Suárez por su incondicionalidad y apertura; a Edivandete Pires y la familia Soares por mostrarme “la ciudad encantada"; a los participantes Ana Adjiman, Gabriela Elasche, Mariana Pereiro y Axel Van Domselaar que dejaron su cuerpo y alma sin cuestionamiento alguno; a Santiago Reboredo y familia por brindarme un espacio en sus vidas; al narrador Pedro Parcet por compartir su sabiduría; a Gastón Fernández por su ojo fotográfico, a Marie Epiney por su aporte material y sensible; a Maite Martínez Romagosa y Natalia Fernandez Segovia en su trabajo de corregir este trabajo; a todos los colegas que pasaron por mi camino y me brindaron todos los estímulos que hoy son parte de mi propia obra; a toda mi familia y amigos por estar presentes.

Dedicado a mi Madre y mi Padre; quienes me educaron y me dieron la libertad de elegir; a mi Padrino Esteban, quien me dio el ashe; a las entidades espirituales y energéticas Òrìsàs por manifestarse de manera sabia en la naturaleza, de la cabeza a la cola, de Exu a Ósala."